No tan dulces: lo que dice la ciencia sobre edulcorantes y deterioro cognitivo
- MYO Genetics
- 16 sept
- 6 Min. de lectura

Durante años los edulcorantes “sin o bajos en calorías” (aspartamo, sacarina, acesulfame-K, eritritol, xilitol, sorbitol, tagatosa, entre otros) se presentaron como la alternativa “saludable” al azúcar. Pero la evidencia más reciente pide prudencia: algunos sustitutos podrían asociarse con un declive más rápido de la memoria y el pensamiento, especialmente en adultos de mediana edad y personas con diabetes.
Qué encontró el nuevo estudio en Neurology
Un trabajo publicado el 3 de septiembre de 2025 en Neurology siguió a 12,772 adultos brasileños durante ~8 años. Quienes consumían más edulcorantes (aspartamo, sacarina, acesulfame-K, eritritol, xilitol y sorbitol) mostraron un deterioro cognitivo global 62% más rápido, equivalente a ~1.6 años de envejecimiento cerebral adicional, frente a los consumidores bajos. La asociación fue mayor en personas <60 años y en quienes tenían diabetes. La tagatosa no mostró relación con deterioro. El estudio es observacional: muestra asociación, no prueba causalidad.
Importante: el consumo se midió con cuestionarios validados; los autores ajustaron por edad, sexo e indicadores cardiometabólicos, pero no se puede descartar confusión residual (por ejemplo, usuarios de edulcorantes con dietas más ultraprocesadas).
¿Qué dice el resto de la evidencia?
OMS (2023): recomienda no usar edulcorantes no azucarados para control de peso a largo plazo; sus beneficios sostenidos no están claros y podrían asociarse a riesgos cardiometabólicos.
Bebidas “diet” y cerebro: estudios poblacionales previos ya habían vinculado un mayor consumo de bebidas con edulcorantes con mayor riesgo de ictus y demencia (con las mismas cautelas de causalidad).
Eritritol y eventos cardiovasculares: trabajos de la Cleveland Clinic reportaron asociación con mayor riesgo de trombosis e infarto y elevaciones sostenidas del eritritol plasmático tras su ingesta. Se requiere confirmación, pero es una señal de alerta.
Aspartamo y cáncer (contexto): en 2023, IARC lo clasificó como posiblemente carcinógeno (2B) por evidencia limitada; al mismo tiempo, JECFA mantuvo la IDA (ingesta diaria admisible) y la FDA afirmó que esa clasificación no implica un vínculo probado con cáncer a dosis habituales.
El balance de evidencia sugiere prudencia con los edulcorantes (sobre todo si tu dieta tiene muchos ultraprocesados), sin caer en alarmismo. Tampoco significa que el azúcar sea “mejor” para el cerebro; los azucarados también se asocian a peores resultados neurológicos y cardiometabólicos.
¿Por qué podrían afectar al cerebro?
Hipótesis en estudio:
Microbiota–intestino–cerebro: cambios en bacterias intestinales y sus metabolitos podrían modular inflamación sistémica y neuroinflamación.
Respuesta glucémica/insulínica alterada y preferencia por alimentos ultraprocesados, que deterioran la calidad global de la dieta.
Efectos hemostáticos (caso eritritol) con potenciales consecuencias vasculares.
De nuevo: son mecanismos propuestos, no conclusiones definitivas para todos los edulcorantes por igual.
¿Entonces… qué hago en la práctica?
1) Prioriza comida real. Agua, café/té sin endulzar, frutas enteras, proteínas de calidad, granos integrales. (Beneficia cerebro, microbiota y metabolismo).
2) Si usas edulcorantes, que sea “lo mínimo necesario”. Evita el uso cotidiano en múltiples productos; limita mezclas y las “mega dosis” de bebidas “0” a diario.
3) Especial cautela si tienes diabetes o prediabetes. Este subgrupo fue el más afectado en el estudio de Neurology. Consulta ajustes con tu equipo médico.
4) No idealices “lo natural”. Miel, jarabe de arce o azúcar de coco también son azúcares; úsalos con moderación. La tagatosa fue neutra en ese estudio, pero faltan ensayos clínicos.
5) Personaliza. Si notas antojos, niebla mental o picos de hambre al usar edulcorantes, prueba retirarlos 2–4 semanas y evalúa tus síntomas (con guía profesional).
6) Lee etiquetas. Muchos ultraprocesados combinan varios edulcorantes (bebidas “light”, barritas, yogures saborizados, chicles, “energéticas”). Menos es más.
Cómo te ayudamos en MYO Genetics
En MYO Genetics traducimos esta evidencia en planes prácticos y personalizados:
Revisión de tu patrón dietético y exposición real a edulcorantes.
Biomarcadores de glucosa/lípidos e, idealmente, perfil de microbiota para decidir si conviene reducir, rotar o retirar.
Estrategias de rehabilitación del gusto (menos dulzor, más saciedad), y protocolos de hidratación y sueño que protegen la salud cognitiva.
Objetivo: menos ultraprocesados, menos dulzor aprendido, y una dieta que cuide tu cerebro a largo plazo.
TL;DR
Un estudio robusto en Neurology asoció más edulcorantes (aspartamo, sacarina, acesulfame-K, eritritol, xilitol, sorbitol) con declive cognitivo más rápido (≈1.6 años de “edad cerebral” adicional); tagatosa no mostró relación. Es asociación, no causalidad. neurology.org+1
La OMS ya desaconseja usarlos para control de peso a largo plazo; con eritritol existen señales cardiovasculares que requieren más investigación. Organización Mundial de la Salud+1
Mejor enfoque: comida real + personalización, y uso prudente (o retiro) de edulcorantes si hay síntomas o riesgo.
Durante años los edulcorantes “sin o bajos en calorías” (aspartamo, sacarina, acesulfame-K, eritritol, xilitol, sorbitol, tagatosa, entre otros) se presentaron como la alternativa “saludable” al azúcar. Pero la evidencia más reciente pide prudencia: algunos sustitutos podrían asociarse con un declive más rápido de la memoria y el pensamiento, especialmente en adultos de mediana edad y personas con diabetes. neurology.org+1
Qué encontró el nuevo estudio en Neurology
Un trabajo publicado el 3 de septiembre de 2025 en Neurology siguió a 12,772 adultos brasileños durante ~8 años. Quienes consumían más edulcorantes (aspartamo, sacarina, acesulfame-K, eritritol, xilitol y sorbitol) mostraron un deterioro cognitivo global 62% más rápido, equivalente a ~1.6 años de envejecimiento cerebral adicional, frente a los consumidores bajos. La asociación fue mayor en personas <60 años y en quienes tenían diabetes. La tagatosa no mostró relación con deterioro. El estudio es observacional: muestra asociación, no prueba causalidad. neurology.org+1
Importante: el consumo se midió con cuestionarios validados; los autores ajustaron por edad, sexo e indicadores cardiometabólicos, pero no se puede descartar confusión residual (por ejemplo, usuarios de edulcorantes con dietas más ultraprocesadas). PubMed
¿Qué dice el resto de la evidencia?
OMS (2023): recomienda no usar edulcorantes no azucarados para control de peso a largo plazo; sus beneficios sostenidos no están claros y podrían asociarse a riesgos cardiometabólicos. Organización Mundial de la Salud+1
Bebidas “diet” y cerebro: estudios poblacionales previos ya habían vinculado un mayor consumo de bebidas con edulcorantes con mayor riesgo de ictus y demencia (con las mismas cautelas de causalidad). PMC+1
Eritritol y eventos cardiovasculares: trabajos de la Cleveland Clinic reportaron asociación con mayor riesgo de trombosis e infarto y elevaciones sostenidas del eritritol plasmático tras su ingesta. Se requiere confirmación, pero es una señal de alerta. Nature+1
Aspartamo y cáncer (contexto): en 2023, IARC lo clasificó como posiblemente carcinógeno (2B) por evidencia limitada; al mismo tiempo, JECFA mantuvo la IDA (ingesta diaria admisible) y la FDA afirmó que esa clasificación no implica un vínculo probado con cáncer a dosis habituales. Organización Mundial de la Salud+2U.S. Food and Drug Administration+2
Traducción práctica: el balance de evidencia sugiere prudencia con los edulcorantes (sobre todo si tu dieta tiene muchos ultraprocesados), sin caer en alarmismo. Tampoco significa que el azúcar sea “mejor” para el cerebro; los azucarados también se asocian a peores resultados neurológicos y cardiometabólicos. Boston University
¿Por qué podrían afectar al cerebro?
Hipótesis en estudio:
Microbiota–intestino–cerebro: cambios en bacterias intestinales y sus metabolitos podrían modular inflamación sistémica y neuroinflamación. Health
Respuesta glucémica/insulínica alterada y preferencia por alimentos ultraprocesados, que deterioran la calidad global de la dieta. Organización Mundial de la Salud
Efectos hemostáticos (caso eritritol) con potenciales consecuencias vasculares. Nature
De nuevo: son mecanismos propuestos, no conclusiones definitivas para todos los edulcorantes por igual.
¿Entonces… qué hago en la práctica?
1) Prioriza comida real. Agua, café/té sin endulzar, frutas enteras, lácteos naturales, proteínas de calidad, granos integrales. (Beneficia cerebro, microbiota y metabolismo).2) Si usas edulcorantes, que sea “lo mínimo necesario”. Evita el uso cotidiano en múltiples productos; limita mezclas y las “mega dosis” de bebidas “0” a diario.3) Especial cautela si tienes diabetes o prediabetes. Este subgrupo fue el más afectado en el estudio de Neurology. Consulta ajustes con tu equipo médico. neurology.org4) No idealices “lo natural”. Miel, jarabe de arce o azúcar de coco también son azúcares; úsalos con moderación. La tagatosa fue neutra en ese estudio, pero faltan ensayos clínicos. neurology.org5) Personaliza. Si notas antojos, niebla mental o picos de hambre al usar edulcorantes, prueba retirarlos 2–4 semanas y evalúa tus síntomas (con guía profesional).6) Lee etiquetas. Muchos ultraprocesados combinan varios edulcorantes (bebidas “light”, barritas, yogures saborizados, chicles, “energéticas”). Menos es más.
Cómo te ayudamos en MYO Genetics
En MYO Genetics traducimos esta evidencia en planes prácticos y personalizados:
Revisión de tu patrón dietético y exposición real a edulcorantes.
Biomarcadores de glucosa/lípidos e, idealmente, perfil de microbiota para decidir si conviene reducir, rotar o retirar.
Estrategias de rehabilitación del gusto (menos dulzor, más saciedad), y protocolos de hidratación y sueño que protegen la salud cognitiva.
Objetivo: menos ultraprocesados, menos dulzor aprendido, y una dieta que cuide tu cerebro a largo plazo.
TL;DR
Un estudio robusto en Neurology asoció más edulcorantes (aspartamo, sacarina, acesulfame-K, eritritol, xilitol, sorbitol) con declive cognitivo más rápido (≈1.6 años de “edad cerebral” adicional); tagatosa no mostró relación. Es asociación, no causalidad.
La OMS ya desaconseja usarlos para control de peso a largo plazo; con eritritol existen señales cardiovasculares que requieren más investigación.
Mejor enfoque: comida real + personalización, y uso prudente (o retiro) de edulcorantes si hay síntomas o riesgo.






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