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Hipervitaminosis: ¿Estás pagando para enfermarte?


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En los últimos años, el consumo de suplementos ha crecido de forma acelerada en América Latina y el mundo. Cápsulas, gomitas, polvos, sueros intravenosos… parece que hay una vitamina para cada necesidad. El mensaje que circula es tentador: “más vitaminas, más energía, más salud”.


Pero la ciencia es clara: el exceso de vitaminas puede enfermarte. Esta condición se conoce como hipervitaminosis y, lejos de darte vitalidad, puede tener consecuencias graves.


¿Qué es la hipervitaminosis?

Es el resultado de consumir más vitaminas de las que tu cuerpo necesita. A diferencia de lo que muchos creen, las vitaminas no son inocuas. La línea entre la dosis adecuada y la dosis tóxica puede ser mucho más estrecha de lo que parece.


👉 Lo más preocupante: esto no solo ocurre con megadosis médicas o inyecciones, sino también con suplementos de venta libre usados sin guía profesional.


Vitaminas más peligrosas en exceso

Las vitaminas liposolubles (A, D, E y K) son las que más riesgo presentan, porque se almacenan en el hígado y la grasa, lo que dificulta su eliminación:

  • Vitamina A: exceso → caída del cabello, sequedad en la piel, daño hepático.

  • Vitamina D: exceso → exceso de calcio en sangre, daño renal, problemas cardiovasculares.

  • Vitamina E: exceso → riesgo de hemorragias.

  • Vitamina K: exceso → alteraciones en la coagulación.


Incluso las hidrosolubles (C y complejo B), aunque se eliminan más fácilmente, también pueden provocar:

  • Náuseas y diarrea (C).

  • Neuropatías e insomnio (B6 en exceso).


¿Por qué ocurre con tanta frecuencia?

  1. Automedicación: muchas personas compran suplementos sin análisis previos ni orientación profesional.

  2. Mitos publicitarios: la idea de que “lo natural no hace daño” impulsa el consumo descontrolado.

  3. Productos de baja calidad: algunos suplementos contienen dosis imprecisas o mezclas innecesarias.


El resultado es simple: tirar dinero y arriesgar la salud.


La alternativa: información y personalización

La mejor fuente de vitaminas sigue siendo una alimentación equilibrada y variada. Frutas, verduras, proteínas de calidad, cereales integrales y grasas saludables aportan los micronutrientes que el cuerpo necesita en la forma más segura y biodisponible.


Cuando hay deficiencias reales, los suplementos pueden ser aliados valiosos, pero siempre bajo supervisión médica y con respaldo en análisis clínicos.


En Myo Genetics lo sabemos: cada cuerpo es distinto. Con herramientas como las pruebas epigenéticas y genéticas podemos identificar con precisión qué nutrientes necesita tu organismo y en qué momento, evitando excesos y riesgos.


La hipervitaminosis nos recuerda que en salud más no siempre significa mejor. Antes de gastar en suplementos innecesarios, pregúntate:💡 ¿Realmente los necesito?💡 ¿Son de calidad?💡 ¿Tengo pruebas que lo respalden?


Porque al final, tomar vitaminas sin necesidad es como pagar para enfermarse.

En Myo Genetics te acompañamos para que tu salud se construya sobre ciencia, no mitos. 🌿

 
 
 

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